Educación global inclusiva para un mundo sin periferias

En el marco del programa Conversaciones sobre Educación para una Ciudadanía global con sentido de Fundación SM, se celebró el pasado miércoles 17 de febrero el sexto encuentro virtual “Educación global inclusiva para un mundo sin periferias”. En la conversación participaron:

  • Albert Arcarons. La lucha contra la pobreza infantil. Subdirector del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil del Gobierno de España.
  • Carme García YesteComunidades de aprendizaje para la inclusión social. Universidad Rovira y Virgili de Tarragona.
  • Gerardo EcheitaCompetencias y aprendizajes básicos para la inclusión educativa. Profesor de psicología evolutiva de la Universidad Autónoma de Madrid.

Y moderó Mayte Ortiz, Directora de la Fundación SM.

Según el informa Jóvenes españoles 2021 de la Fundación SM, los jóvenes reconocen a la educación como uno de los tres aspectos más importante de su vida, detrás solo de la salud y la familia. Sin embargo, la crisis actual de la Covid-19 pone de manifiesto la falta de equidad en el acceso al sistema educativo.

El tiempo de pandemia actual nos muestra dos características que nos interesa señalar para el debate de hoy lo global y la aparición de sectores hasta ahora invisibilizados (ancianos en residencias, niños y jóvenes si acceso a las Tics…). De donde se deduce, en lo que a los jóvenes se refiere, una exclusión del sistema educativo y de su innegable derecho a al educación. Esto es lo que centra la conversación de hoy.

Descarga el relato gráfico de la conversación.

¿Qué se hace desde la política para luchar contra la exclusión educativa?                                     

Albert Arcarons, afirma que es objetivo principal del Alto Comisionado contra la pobreza infantil de España la mejora de la equidad del sistema educativo, y que la educación inclusiva y de calidad son elementos indisociables y prioritarios de su tarea.

La educación inclusiva es aquella que permite desarrollar el talento de todos los alumnos sin importar las condiciones socioeconómicas de origen. Es aquella que responde a las necesidades del alumnado, tanto dentro del centro educativo como fuera.

La educación es la herramienta  principal para romper con las dinámicas exclusivas que genera la pobreza infantil, por tanto cuanto menos inclusivo sea el sistema educativo más difícil es romper con la inequidad que genera dicha pobreza.

Para acabar con esta ecuación el Alto Comisionado sigue dos líneas de trabajo estratégicas:

  • Expandir la oferta de educación infantil de o a 3 años
  • Garantizar una educación inclusiva y de calidad en el resto de las etapas educativas para evitar las desventajas socioeconómicas de partida.

Por ello el Ato Comisionado propone una educación gratuita, en la que se incluyan los numerosos costes indirectos (materiales, condiciones, tecnologías…).

Diversos informes publicados por el propio Comisionado y por otras instituciones inciden en que las diferencias económicas de origen son un factor muy determinante del éxito o fracaso y del abandono escolar. La pandemia ha tenido un fuerte impacto en la inequidad abriendo más la brecha entre los alumnos más vulnerables.

Los propios informes del Alto Comisionado corroboran que el sistema educativo español actual no permite esa función compensatoria e igualadora que debe tener sobre sus beneficiarios. Así la trasmisión de desventaja educativa en España se trasmite en un 45%, un índice excesivo. Frente a esta realidad el gobierno ha propuesto la nueva ley educativa LOMLOE, en la cual el objetivo de la equidad, sin renunciar a la calidad, está muy remarcado desde la primera infancia.

Metodologías inclusivas y evidencias científicas                                                                                                                 

La profesora  Carme García Yeste afirma que todo el mundo debería poder beneficiarse de los avances científico-técnicos, y a veces se duda de que esto se pueda aplicar en Educación, pues se implementan muchas metodologías sin evidencias científicas. El mundo educativo está lleno de edumitos, que explican correlaciones, pero no entran en las causas reales de los problemas. Por tanto, necesitamos aplicar el método científico, las evidencias en todo lo que hagamos e innovemos en el campo pedagógico y educativo.

Por ejemplo, debemos aplicar metodologías, como las del proyecto de las Comunidades de Aprendizaje, que hayan sido testadas y demostrada su eficacia, sus logros en el éxito académico del alumnado y su beneficio social con una mejora de la cohesión y la equidad.

Lo que se aplique en Educación tiene que estar validado por el logro, por el éxito de la práctica. Para lograr el impacto social real las metodologías deben ir acompañadas del impacto científico y validación. La ciencia nos demuestra que se puede hacer una práctica educativa exitosa e inclusiva, que provoca mejora social y académica si se fundamenta en evidencias.

Y pone de manifiesto que  la crisis del COVID 19 nos enseña que el derecho a la escolarización no está garantizado de por sí. La población infantil y juvenil más vulnerable está cayendo cada vez más en itinerarios institucionalizados de fracaso y exclusión.

Aprendizajes Imprescindibles.                                                                                              

El profesor Gerardo Echeita asegura que estamos inmersos en un mundo diverso, complejo e interconectado y  que, además, socialmente hemos decidido que así sea y le hemos dado un estatus  de derecho legalmente reconocido. Reconocemos que queremos convivir en esa diversidad y complejidad. Por tanto, esta complejidad diversa debe ser el punto de partida desde el que avanzar hacia todo lo que posibilite el ejercicio de este derecho.

Otra idea fundamental es que nos enfrentamos en esta complejidad a retos  muy desafiantes dentro y fuera de la escuela. Por ejemplo, la crisis sanitaria actual ha sacado a los niños de los centros educativos y los ah encerrado en casa con sus familias en situaciones muy diversas y desiguales, que reproducen y agravan las inequidades generadas por la pobreza y la vulnerabilidad social.

Además hay elementos estructurales del sistema educativo que se oponen a la transformación, como los edumitos o el desprecio hacia las evidencias científicas, apuntadas por Carme, pero también por el propio sistema demasiado estructurado y burocratizado que impide la transformación. Debemos cambiar los currículos hiperinflacionados de conocimientos y capacidades, cerrados, y que confían muy poco en el profesorado.

Debemos repensar Qué enseñar, Cómo enseñarlo y Porqué enseñarlo.

A todo lo anterior se une que los aprendizajes deben hacerse a lo largo de la vida, no todo debe ni puede enseñarse en el periodo escolar ni en la escuela. Vamos a tener una nueva ecología del aprendizaje: muchos más en mucho más tiempo.

En conclusión, la escuela debe dar dos aprendizajes básicos.

  • Aprender a convivir.
  • Aprender a aprender

Mayte Ortiz, señala al hilo dos competencias de las que se ha hablado en sesiones anteriores: la competencia digital y la multilinguistica. Si ambas no se enfocan desde una perspectiva inclusiva podían generar todavía más brecha e inequidad.

A la pregunta sobre qué criterios básicos sobre las competencias y saberes de los alumnos del siglo XXI, el profesor Gerardo Echeita dice que éstos deben pasar el filtro de la equidad, es decir, que sean accesibles a todos los alumnos. La profesora García Yuste aboga por aplicar metodologías y criterios avalados empíricamente y que se hayan demostrado exitosos. A partir de ahí elaborar la manera de hacerlos efectivos. Por sun parte Albert Arcarons dice que una de las competencias básicas ineludibles hoy es la de la alfabetización digital, sin dicha competencia no se puede ejercer la ciudadanía de forma efectiva. A la alfabetización digital le tiene que acompañar la igualdad de condiciones para ejercerla (dispositivos, conectividad, programas…).

Albert también señala que hay otros canales o lenguajes de inclusión que se muestran exitosos como la música, el arte o el deporte, que se ha comprobado que mejoran los resultados educativos y mejoran la equidad.

Mayte Ortiz concluye señalando que en un reciente informe sobre la Juventud española publicado por la Fundación SM los jóvenes reconocen a la educación como uno de los tres aspectos más importante de su vida, detrás solo de la salud y la familia. Por ello la equidad educativa debe ser un eje de trabajo ineludible para todas las partes implicadas.